Cómo conseguir un gran facial

Un facial puede dejar la piel fabulosa, o hasta puede romperla. En la práctica, hay muchas mujeres que obtienen grandes resultados y otras que experimentan rupturas y incluso infecciones, por lo tanto, hay que mantener algunas recomendaciones en mente.

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Elegir con cuidado: Es importante ir a un spa donde cuiden la piel con seriedad. Ten cuidado con esos salones que ofrecen tratamientos faciales a la pasada, o exprés. Asegúrate que la esteticista es licenciada y pregunta acerca de los productos que aplican sobre la piel. Es crucial que el espacio donde te hagan el facial sea limpio y seguro, y lo mejor es que el esteticista no utilice herramientas porque mucha gente padece explosiones en la piel después de un tratamiento facial, debido a las bacterias  que emiten las maquinas de vapor o de otro tipo sobre la piel, simplemente porque no estaban esterilizadas.

Excepciones: Si tienes acné o rosácea, debes evitar por completo los faciales. Antes que te toquen la cara asegúrate de haber preguntado todo. El esteticista debe haber preguntado si eres alérgica a alguna cosa o te irrita la piel, como el retinol, la vitamina C o los medicamentos por receta como el Accutane. Un buen esteticista sabe elegir productos que no causen daños.

Protección: El esteticista siempre debe usar guantes. Un tratamiento facial no debe doler, y si lo hace, debes pedir bajar la intensidad.

Lo básico: Una exfoliación suave durante una limpieza de cutis está bien, pero si se trata de microdermoabrasión o láser, vayan al dermatólogo. Según se ha visto, los tratamientos de oxígeno, no valen la pena y las máscaras de colágeno, pueden hidratar la piel,  pero no se pueden hacer en casa.

Cuidados: Después del tratamiento facial, cuida tu piel durante una semana, evitando los ácidos, el sol, y utilizando sólo limpiadores y cremas muy suaves.

Foto: flickr

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